¿Por qué la auditoría financiera cuida o potencia la rentabilidad?

Lic. Yeison Vargas l Socio de Auditoría l yvargas@moore-agc.com

Inicialmente, vamos a definir una auditoría financiera como la evaluación que realiza un profesional externo a la compañía para determinar que la información financiera de la empresa se encuentran en forma aceptable, siguiendo lo requerido en un cuerpo de normas contables de conocimiento y aplicación general, como parte de dicha evaluación el profesional considera si los procesos utilizados por la compañía se ajustan a las normativas y sanas prácticas, propias para el tipo de negocio que se encuentra la entidad (industria, comercio, agricultura, turismo, construcción, tecnología, servicios, etc).

Considerando lo anterior, muchas veces se tiene la equivocada percepción que una auditoría financiera es una erogación que requiere realizar una entidad financiera, prácticamente para cumplir con un requisito requerido por las entidades financieras, para otorgar o mantener un financiamiento determinado, sin embargo la práctica de realizar periódicamente una auditoría financiera es una actividad que va más allá a un requisito bancario, las empresas familiares, juntas directivas, gobiernos corporativos, asambleas y todo tipo de dirección empresarial debe ver la auditoría financiera como su asesor financiero que adicional de brindarle una opinión, informe o dictamen sobre la razonable aplicación del cuerpo de normas contables, comunica o informa sobre aquellas acciones o medidas que la Administración Superior o Gobierno Corporativo ha de valorar implementar para cuidar o incrementar sus rentabilidades.

Algunas de las situaciones que normalmente afectan las rentabilidades de las compañías y que tienden a ser comunicadas a la administración de las empresas como resultado de un proceso llevado a cabo por una auditoria financiera son:

  • Bienes de la compañía que no están generando los flujos o rentabilidades esperadas (deterioros).
  • Falta de identificación y tratamiento de riesgos (operativos, tecnológicos, financieros, etc.)
  • Debilidades de control en los procesos (correcta segregación de funciones, falta de procesos conciliatorios, adecuados procesos de revisión y supervisión).
  • Adecuada seguridad de los sistemas de información.
  • Correcta valuación de sus activos y pasivos (inversiones en títulos valores, inversión en acciones, intangibles, inventarios, deudas en moneda extranjera, arrendamientos, entre otros).
  • Situaciones adversas que a futuro puede comprometer la continuidad operativa de la entidad y posibles medidas para su atención (situaciones imprevistas como el COVID-19, pérdidas recurrentes, litigios, seguros insuficientes, etc.)
  • Ausencia de suficiente y competente documentación de los registros contables, entre otros.
  • Adecuada gestión de las Gerencias, muchas empresas reconocen incentivos a sus funcionarios de confianza según las metas o resultados obtenidos en el periodo, por lo que la ejecución de una auditoría financiera provee una mayor seguridad que tales resultados son reales y no presentados para generar un auto beneficio.

Para lograr obtener un satisfactorio servicio de auditoría financiera y obtener el valor agregado deseado, considerar valorar en el proceso de selección del profesional, los siguientes aspectos:

  • El profesional o firma de auditoría sea preferiblemente miembro de una firma de auditoria internacional, la existencia de una red internacional provee un mayor respaldo sobre la calidad de los servicios, dichos servicios de auditoría financiera se deben ejecutar apegados a Normas Internacionales de Auditoría, normalmente los profesionales o firmas que son miembros de firmas internacionales cuentan con procesos de revisión y cumplimiento en aspectos de calidad, mayores que aquellos profesionales que no son miembros de una red internacional.
  • El profesional o firma cuenta de preferencia con experiencia en empresas con actividades similares a la que realiza la Compañía.
  • Deseable que la firma o profesional cuente con equipo multidisciplinario, de modo que si la compañía requiere asesoramiento complementario o apoyo en temas especializados, que no afecten la independencia del auditor financiero, pueda brindársele recomendaciones en temas como impuestos, leyes, riesgos, recurso humano, entre otros.
  • Es aconsejable que el profesional o equipo de auditoría financiera tenga una rotación al menos cada 3 ó 5 años, no es conveniente que el o los ejecutores de la auditoría financiera se mantenga por un periodo mayor, en vista que se crean familiaridades que tienden a afectar la independencia y criterio del profesional evaluador.

En la actualidad la auditoría financiera no puede tener un rol de “policía” que llega a la empresa a intimidar a la Administración para emitir su informe, por el contrario debe ser un servicio que represente para la administración adicional a una evaluación objetiva de su información financiera, un asesoramiento que promueva el mejoramiento continuo para la Compañía.